martes, 30 de octubre de 2012

Aceitunero



Aceitunero
En el espejo de mi aire sólo te reflejas tú
cuando hablas de romero, solo pienso en ti
Si llueve y hay truenos, no es para tanto, sólo hay que esperar
y cuando llueve sólo estas tú, mi corazón
y ese aroma de sol al cantar
y luna de Motril en tu despertar.

Aceitunero,
 al canto de mi  garganta no le sale la voz,
porque mi sentimiento esta deshecho 
y un día en el camino cerca del  molino empezé a rodar
rodar y rodar y no pude parar,
con dientes y gaviotas en tu despertar
intentando hablar entre tanto inventar

Donde estan mis secretos, solo los coger tú
las lágrimas se me saltan de tanto llorar y llorar,
siempre pienso en tí, cuando me proteges
y no puedo parar de pensar en nuestro amor,
cuando miro en tus ojos me abres tu corazón
tanto que no puede parar de latir.


Aceitunero hecho de amor,
mi corazón late sin parar,
llenos los bolsillos de aroma de amor
los bolsillos huelen a dulzura,
Cayendo desesperada en tus trigos de Movera
estarás esperando a la Luna hasta el anochecer,
Aceitunero de romero,
al dormirse en los bellos mares siempre te añoro yo
aceitunero de mis amores,
aceitunero el sol,
y en el sueño, un árbol vi soñar, en tu despertar

Sillas y sillas, de  tantos sudores...
de anís y pestiños, de lechos de almendra, 
todos tus ojos estan llenos de amor,
ya  no caben más gatos con collares
muertas las noches en tu profunda marea
llenos tus ojos de mustia alegría,
y con  el corazón abierto no sé que pensar.

Video Clip:

marea aceitunero
Poesía original: Aceitunero
El cristal de mi pecera tan sólo lo ensucias tú,
cuando dices: Romero, qué solo estás,
no es pa tanto, haz el favor, abre la luz y cierra el gas,
que se van los churretes de sudor del ataúd,
y el olor de cantaores al llorar,
y mi luna de Jaén baja de luto a caminar,

Aceitunero el sol,
y el cante de ese grajo que en mi garganta no quiere anidar,
aceitunero yo,
si un día fui camino, pues hoy muele molino, y a rodar,
aceitunero el sol,
con dientes en las botas, mordiendo a las gaviotas al pisar,
vareando poetas para hacerlos hablar,

El morral donde guardo lo que he sido se perdió
con los callos del mango de la sartén,
mis alhajas, mi mortaja, con todo lo que ahora me da igual,
me quedó una rienda hecha en cuero de tu piel,
el fragor de chiribitas al mirar,
unos pies de enredadera y ratoneras para el despertar,

Aceitunero el sol,
que prende los fogones del pecho del que lo quiere mirar,
aceitunero yo,
llenitos los bolsillos de aromas de membrillo y de galán,
aceitunero el sol,
muriendo a las mañanas cayendo de su rama a mi trigal,
para hacerme una lumbre,

Aceitunero el sol,
que se acuesta en los mares y siempre le quitan algún retal,
aceitunero yo,
que asusto a la simiente con mi voz de aguardiente al acunar,
aceitunero el sol,
el árbol de pesares que nunca deja ver el robledal,
aceitunero soy,

Y los sacos no dan abasto de olores,
de sillas de anea, de tantos sudores,
de anís y pestiños, de lechos de almendra,
de bolas de enebro, de más corazones,
no caben más gatos con sus cascabeles,
con sus noches muertas para que las vele,
no cabe ni siquiera la luz

2 comentarios:

  1. La verdad es que estáis trabajando bien las entradas y para ser de llos primeros versos tienen bastante sentido, vamos mejorando...

    Gracias por vuestra dedicación e ilusión en este proyecto tan lunáTICo

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  2. Pues.. ¿ sabéis que os digo? Que casi me gusta más vuestra letra que la original. Que Marea me perdone.

    El análisis y la construcción que hacéis del poema me sorprende, porque está muy bien estructurado y tiene coherencia, cohesión y riqueza de vocabulario. Es importante la armonía, como elemento que engloba el conjuntos.

    Así que ¡felicidades, equipo!

    Besos, Ana

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